Es posible que la extracción de las muelas de juicio, no sean necesarios extraerlos si presentan estas características:
- Están sanas
- Crecieron por completo, salieron enteros y bien.
- Tienen la posición adecuada y la mordida con la muela opuesta es correcta
- Se pueden limpiar como parte de la práctica de higiene diaria
Sin embargo, muchas veces, las muelas de juicio no tienen espacio para crecer como corresponde y pueden causar problemas.
Si no pueden salir con normalidad, las muelas de juicio quedan atrapadas (retenidas) en la mandíbula. A veces, esto puede dar lugar a una infección o puede provocar un quiste que puede dañar las raíces de los otros dientes o el hueso de apoyo.
- Emerjan parcialmente de la encía. Debido a que esta zona es difícil de ver y limpiar, las muelas de juicio que emergen parcialmente crean un pasaje que se puede convertir en un imán para bacterias que causan enfermedades en las encías e infecciones orales.
- Se apiñen con los dientes cercanos. Si las muelas de juicio no tienen espacio suficiente para emerger adecuadamente, se pueden apiñar con los dientes cercanos o dañarlos.
Así la extracción de las muelas de juicio puede ser necesaria si tienes algún cambio en la zona donde están esas muelas, por ejemplo, los siguientes:
- Dolor
- Infección repetida del tejido blando que está detrás de la última muela inferior
- Sacos llenos de líquido (quistes)
- Tumores
- Daño en los dientes cercanos
- Enfermedad en las encías
- Caries extensa
La decisión de extraer las muelas de juicio no siempre es clara
Pídenos cita sin compromiso y en la Clínica Dental Galdo la doctora estará encantada de hacer una valoración personalizada de su caso.
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